uno de poesía
Yo no se mucho de poesía, me atrevería a afirmar que conozco más de otros géneros de la literatura, como la novela. Sin embargo, tengo varios poemas favoritos, los cuales menciono cada vez que alguien más o menos bien intencionado comienza a hablarme de poetas y de poemas. Esta vez quisiera transcribirles uno de José Ángel Becerra, que Gustavo tuvo a bien presentarme hace unos cuantos años (al poema) y que es sorpresivamente poco conocido.
El otoño recorre las islas
A veces tu ausencia forma parte de mi mirada,
mis manos contienen la lejanía de las tuyas
y el otoño es la única postura que mi frente puede tomar para pensar en ti.
A veces te descubro en el rostro que no tuviste y en la aparición que no merecías,
a veces es una calle al anochecer donde no habremos ya de volver a citarnos,
mientras el tiempo transcurre entre un movimiento de mi corazón y un movimiento de la noche.
A veces tu ausencia aparece lentamente en mi sonrisa igual que una mancha de aceite en el agua,
y es la hora de encender ciertas luces
y caminar por la casa
evitando el estallido de ciertos rincones.
En tus ojos hay barcas amarradas, pero yo ya no habré de soltarlas,
en tu pecho hubo tardes que al final del verano
todavía miré encenderse.
Y éstas son aún mis reuniones contigo,
el deshielo que en la noche
deshace tu máscara y la pierde.
A veces tu ausencia forma parte de mi mirada,
mis manos contienen la lejanía de las tuyas
y el otoño es la única postura que mi frente puede tomar para pensar en ti.
A veces te descubro en el rostro que no tuviste y en la aparición que no merecías,
a veces es una calle al anochecer donde no habremos ya de volver a citarnos,
mientras el tiempo transcurre entre un movimiento de mi corazón y un movimiento de la noche.
A veces tu ausencia aparece lentamente en mi sonrisa igual que una mancha de aceite en el agua,
y es la hora de encender ciertas luces
y caminar por la casa
evitando el estallido de ciertos rincones.
En tus ojos hay barcas amarradas, pero yo ya no habré de soltarlas,
en tu pecho hubo tardes que al final del verano
todavía miré encenderse.
Y éstas son aún mis reuniones contigo,
el deshielo que en la noche
deshace tu máscara y la pierde.
1 Comments:
"yo solo soy memoria y la memoria que de mi se tenga".
¿a dónde va todo lo que vivimos, donde se guarda el más preciado de nuestros recuerdos? existe? se puede tocar? o es que acaso desaparecen en el espacio, en el tiempo que, sin avisar siquiera, un segundo después te ha arrastrado inevitablemente al presente que ya no es? vidas azarosas, vidas llenas de memorias, ¿no es eso tan absurdo como decir espacios llenos de nada?
Las coleccionistas de experiencias parecen estar destinadas a recordar siempre en un banquito de un parque inglés, triste.
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