yo sí voy a ir a la marcha
No es por nada, pero si monjas y sacerdotes que marcharon en contra se sintieron particularmente aludidos en un tema que supuestamente no viven en persona (la reproducción), cómo no vamos a ir a la marcha de mañana todos los hombres y mujeres que pensamos que el aborto es un problema de salud pública que debe ser tratado sin sujetarse a los cánones morales eclesiásticos o panistas.
El aborto es una triste alternativa que miles de mujeres toman cada año y muchas de ellas mueren en el intento, pues al ser ilegal se les practica -o lo practican ellas mismas- bajo lamentables condiciones de seguridad e higiene. Y digo que es una triste alternativa porque no creo que ninguna mujer preferiría someterse a él si es que puede evitarlo. Pero la realidad es que los embarazos no deseados suceden y muchas veces en terribles circunstancias; y las consecuencias castigan principalmente a las mujeres más pobres del país.
Sin embargo, la realidad le importa muy poco a los políticos y jerarcas eclasiásticos, que no tienen empacho en hacer declaraciones aberrantes en torno al tema y auto declararse defensores de una moral de la cual no pueden ostentar (Serrano Limón y sus fraudes y malversaciones de fondos, los mismos obispos que toleran los casos de pederastia en el seno de sus iglesias). Lo cierto es que desde el momento en que ocurren abortos clandestinos y muchas mujeres mueren en el proceso, se trata de un problema de salud pública, que no se puede resolver simplemente gritando que es un pecado y que la solución es la abstinencia o los anticonceptivos. Cerrando los ojos y pretendiendo mezclar política con creencias personales, no se resuelve nada y en cambio se sigue retrasando un cambio legislativo que la mayoría de los países desarrollados ya han llevado a cabo, y no por eso defienden menos la vida y los derechos de la persona. Al contrario, se defienden más que en nuestro país.
Por esa y muchas más razones, mañana uniré mi presencia a la de todos aquellos que piensen que hay mucho por hacer en pos de la equidad de género. Ahí nos vemos!